Sunday, April 20, 2008
Para Oishi y Karam
Gracias, Oishi, por tu comentario.
Karam es un budista lúcido y su entendimiento del problema del Tíbet sugiere, para su solución, una vía de paz. Pienso que China admitirá un día no muy distante las razones tibetanas y substituirá el uso de su poderoso ejército por la utilización de su sabiduría diplomática. Recordemos cómo resolvió el problema de Hong Kong, sin recurrir nunca a su fuerza militar: simplemente le otorgó a HK el status de territorio especial, con su propia Constitución y su propio parlamento. El arreglo ha funcionado espléndidamente. Como Tíbet no busca la separación de China, sino mayor libertad y autonomía, las vías hacia una solución pacífica están abiertas. Pero China debe olvidarse del uso de la fuerza represiva.
Fue una experiencia y una enseñanza hablar con Marco Antonio Karam, el Presidente de la Casa del Tíbet en México. Espero verlo pronto otra vez, porque el Tíbet es una causa que tiene en México numerosísimos seguidores. Y otra vez, gracias por tu comentario, Oishi.
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